Conectividad es equidad
Jorge Tuñón Subercaseaux.
Director Centro de Estudios Democracia y Progreso
Fundación Foro de Los Ríos
- La conectividad es una de las herramientas más importantes de integración, equidad, competitividad y eficiencia, razón por la cual en nuestro país debemos desplegar con la máxima energía y celeridad todos los esfuerzos necesarios, tanto en materia de incentivos como también en las adecuadas regulaciones, para que en el menor plazo posible logremos duplicar el número de hogares con una conexión fija a Internet y logremos así una conectividad fija tan masiva como las suscripciones móviles.
En los últimos días el Gobierno ha anunciado la licitación de bandas para conectividad 5G. Esta nueva tecnología permitirá multiplicar por 10 la velocidad promedio de las conexiones móviles y al mismo tiempo se aumentaría la capacidad de la red en 100 veces, lo que facilitará el desarrollo del Teletrabajo, telemedicina y en general todo aquello relacionado con IOT (Internet de las cosas).
En nuestro país hay 17 millones de conexiones móviles de 3G y 4G lo que significa una alta penetración de este tipo conexiones que representan aproximadamente 92 conexiones por cada 100 habitantes.
Sin embargo, los accesos de banda ancha fija, cuentan con una penetración muchísimo más baja, puesto que el 44% de los hogares Chilenos aún no tienen una conexión de Internet fija y tenemos más de mil localidades y zonas con nula o escasa conectividad digital lo que produce una importante brecha e inequidad en materia de conectividad entre los chilenos, la que se demuestra en una tasa de sólo 17 accesos por cada 100 habitantes, comparado con los 31 accesos por cada 100 habitantes que registra en promedio la OCDE.
Los esfuerzos deben enfocarse entonces en la construcción de carreteras digitales de alta velocidad (fibra óptica) que permitan al menos duplicar el número actual de conexiones fijas.
Según un estudio efectuado por el proyecto “Yafún”, existiría presencia de tendidos de fibra óptica en casi todos los caminos principales y secundarios de Chile. Esto implica que se requieren incentivos para cubrir la “última milla” lo que permitiría llegar con la ansiada conectividad a muchos hogares.
Tenemos muy buenas razones para permanecer optimistas respecto del futuro debido a que existen una serie de proyectos que apuntan en la dirección correcta. Dentro de estos se pueden destacar la construcción de un cable submarino que unirá nuestro país con el continente asiático, el proyecto PRAT que tenderá un cableado también submarino que conectará Arica y Puerto Montt, el proyecto Google que tendrá una extensión de 10 mil kilómetros y unirá Valparaíso con San Francisco (California) y a esto debemos sumar la reciente adjudicación del proyecto “fibra óptica nacional” que contempla el despliegue de 10 mil kilómetros de fibra óptica y que beneficiará a 186 comunas desde la Región de Arica y Parinacota hasta la Región de Los Lagos.
La conectividad es una de las herramientas más importantes de integración, equidad, competitividad y eficiencia, razón por la cual en nuestro país debemos desplegar con la máxima energía y celeridad todos los esfuerzos necesarios, tanto en materia de incentivos como también en las adecuadas regulaciones, para que en el menor plazo posible logremos duplicar el numero de hogares con una conexión fija a Internet y logremos así una conectividad fija tan masiva como las suscripciones móviles.