Nuestro Decálogo
1. La persona humana es el centro de nuestro modelo de desarrollo, con derechos y deberes.
2. Nos moviliza la solidaridad, valor que puede hacernos más fuertes que la suma de nuestras individualidades.
3. Buscamos la articulación equilibrada entre un Estado subsidiario y democrático que vele por el bien común y la equidad, y una sociedad de personas dignas, responsables y libres para desarrollar todo su potencial.
4. La democracia es un principio que ordena nuestro accionar político y no un mero instrumento, por lo tanto, buscamos fortalecer a sus instituciones, extender su ámbito y alcance con respeto a las minorías y a los derechos universales del hombre.
5. Creemos en la tolerancia y el diálogo como forma de cooperación y generación de mayorías que den gobernabilidad y permitan implementar reformas.
6. Buscamos la inclusión y superar la pobreza y toda forma de marginación o exclusión social, extendiendo la participación y la igualdad de oportunidades a todos los ciudadanos.
7. Se requiere de una nueva amalgama que incorpore a nuestros pueblos originarios, a la actual población mestiza y al nuevo impulso migratorio proveniente de la globalización.
8. El progreso integral, inclusivo y sustentable solo es posible con modelos de desarrollo que estimulen la creatividad y la iniciativa de las personas y promuevan un crecimiento económico sostenido que genere recursos y oportunidades que permitan tanto la equidad como en el emprendimiento y los sueños personales.
9. Con humildad, pero con la exigencia de rigor y excelencia, convocamos a la generación y gestión de sensibilidades, conocimientos y tecnología; fundamentales para el progreso de las ciencias, las artes y la cultura.
10. La ética de la verdad, del respeto por el otro, de la transparencia y la genuina vocación de servicio son las herramientas aptas para ganar influencia, confianza y credibilidad.