Venezuela. “Un apagón histórico”.

Marta Canto

       Hace pocos días recordamos todos los demócratas chilenos, la llegada de Don Patricio Aylwin a La Moneda. Se cumplieron 29 de años, cuando un 11 de Marzo de 1990, los chilenos transitamos a una nueva forma de relacionarnos, sin opacidades, sin miedo, sin violencia y volvimos a mirarnos entre nosotros. Esto refleja hasta hoy, una manera de ser y sentir para todos demócratas, a nivel nacional. Es por ello, que ante la situación que viven los Venezolanos sentimos impotencia, dolor y nos evoca épocas oscuras, de  nuestro país.

       Siguiendo la historia del pueblo Venezolano, es evocador recodar a Fernando Paz Castillo, un gran poeta, diplomático, critico literario y educador venezolano, quién en sus obras, y en varias poesías nos hablaba de la paz, cuya palabra tan pequeña nos entrega infinitas denominaciones y que en silencio desde el asilo político, gritan “Justicia” “Libertad”, “Soberanía”, “Fraternidad” “Respeto” e “Igualdad”.

       La causa de Venezuela, hoy  es un test para nuestra política chilena y para nuestra clase política, la democracia es una sola, sin matices y  sin dobles lecturas. Cada día que pasa, la situación empeora en Venezuela, por falta de luz y se ve agravada por falta del suministro del agua.

       Este apagón histórico, que viven los venezolanos y que sea el término de la dictadura de Maduro, nos permite descartar una lucha de la ideología interna. Hoy, todos los venezolanos, de cualquier condición (política y social), la viven por igual, llenos de carencias y con poco poder de reacción, salvo la fuerza de sus convicciones.

       El Ex Secretario General de la OEA Luis Almagro, indicó:”En Venezuela no hay Democracia y ni Estado de Derecho”.

       Maduro, procura mantener el poder negando al pueblo la posibilidad de decidir, mediante el voto, recurriendo a la violencia contra quienes se manifiesten en las calles o tienen otras opiniones, por lo tanto, se ha traspasado el umbral, que significa el fin mismo de la democracia.

       Las elecciones libres y competitivas de un gobernante, es uno de los fundamentos de la democracia, pero no es suficiente, para que una vez que empiece a gobernar, se le siga llamando democrático, cuando se han violado los Derechos Humanos(carestía de agua, alimentos, medicamentos y un largo etcétera), la libertad de expresión ha sido conculcada y hoy su economía, es un desastre.

       Un gobierno, no puede ser catalogado como democrático por el sólo hecho de haber ganado las elecciones. Basta recordar, a Hitler que fue elegido por el pueblo alemán, en elecciones libres, pero sus actuaciones posteriores hicieron perder a su gobierno, el carácter democrático y convertirse en una dictadura. Cuando un gobernante, elegido democráticamente, empieza a socavar las instituciones democráticas y republicanas mediante las cuales fue elegido, concentra todos los poderes en su persona, censura a los medios de comunicación y reprime a la oposición, deja de ser democrático.

       En los últimos días, Maduro ha mostrado todo su poder y ha mantenido la situación al extremo. En el ámbito interno, la población venezolana se encuentra en una encrucijada, en la cual el modelo totalitario aplasta a quien se atreva a ejercer alguna crítica, vulnerando los principios básicos de libertad de pensamiento. Asimismo, la no existencia de libertades económicas, trae como consecuencia una serie de problemas, que impactan de manera brutal dentro de su población (hambruna, mal nutrición), no solo la presente, sino la proyección a futuro.

       ¿Qué queda por hacer?, Resistir, apoyar la causa sin bajar los brazos y ser conscientes de que salir de este momento histórico, demorará por lo menos décadas, como fue la transición chilena. La derrota de Maduro, es por la vía pacífica y ese será el gran triunfo de los ciudadanos Venezolanos, para derrotar a la violencia, con las armas de la paz.

       Las discusiones a nivel internacional se han visto agitadas, producto de la intervención de algunas potencias como EE.UU., Rusia y China, a favor y en contra de la situación en Venezuela. La militarización no es un problema, exclusivo de los Estados Unidos. La Federación Rusa también ha puesto la mirada en Venezuela y la República Popular de China, ésta última, por  ser un buen articulador financiero de la economía venezolana.

       En este escenario, es importante mirar en perspectiva, el aspecto regional. Cabe preguntarse, ¿Es Venezuela un país, que nos distraerá la paz, en la región sudamericana? Ha sido claro, el grupo de Lima, con la excepción de Bolivia y Uruguay, cuyo mensaje para la región sudamericana es, que la salida a esta crisis se debe dar en paz y dentro del orden democrático, por lo que la posición frente a la crisis venezolana, es casi unánime  revelando, que hay poco riesgo margen para posturas contrarias, que lleven a un escenario de conflicto.

       Los demócratas chilenos, sin complejos, seguiremos apoyando la causa de miles de venezolanos, que han tenido que salir de su país por no tener ninguna alternativa, que le permita vivir con las seguridades necesarias, que  debe entregar un gobierno. Esta paz, no es la de los cementerios, es la paz , de las convicciones y de la fuerza de la razón.

       Marta Canto Castro. Licenciada en Ciencias Políticas y Administrativas. Administrador Público. Diplomada en Administración Pública de la Escuela Nacional Administración de Francia (ENA) y Magíster en Reforma y Modernización del Estado Universidad de Chile.

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